martes, 17 de enero de 2012

La ley de Parkinson

Fuente de la imagen: www.forges.com

A continuación reproduzco un artículo muy interesante de Antonio Miguel Carmona sobre la jornada laboral, fue publicado en diciembre de 2011 en el "Diario de Ávila". ¿Qué os parece?:

La Ley de Parkinson

ANTONIO MIGUEL CARMONA

Llevamos una semana, con sus días y sus noches, escuchando hora tras hora a aquellos que critican el largo puente que nos ha tocado vivir, Constitución e Inmaculada, argumentando sin sentido que los españoles ocupados trabajamos poco.Las cifras son demoledoras: los españoles con empleo, al contrario de lo que se piensa, trabajamos mucho. Mucho y mal. Somos el primer país de Europa y el cuarto del mundo en el que más horas trabajamos por empleado. Con datos europeos en la mano, los españoles que conservan un puesto de trabajo dedican al año a su trabajo 1.775 horas, los franceses 1.620, los británicos 1.607, los suecos 1.601, los alemanes 1.462 y los holandeses 1.413.El historiador británico, Cyril Northcote Parkinson, observó a principios de siglo XX cómo conforme el Imperio de su Majestad iba perdiendo colonias, paradójicamente el número de funcionarios destinados a las mismas aumentaba. Años más tarde redactó un magnífico artículo en la revista The Economist (1955) en el que especificaba una teoría verdaderamente singular.Su teoría, a la que él quizás exageradamente elevó a ley para editar un libro al respecto, señala, muy acertadamente, que el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible.En ese sentido, cuando colocas a un hombre o una mujer en una función, éste, cumplidos sus objetivos, tiende a expandir su trabajo dedicándose a hacer tareas marginalmente menos importantes, a veces actividades innecesarias que redundan en la generación de mucho menor valor añadido por hora.Así, sabiendo que los españoles trabajan demasiadas horas y que lo hacen de forma menos productiva, los defensores de reducir las fiestas, de criticar cada uno de los ojos del puente, convierten el debate en una cuestión espuria y, a veces, reaccionaria.Nuestro problema, empero, es la productividad. La escasez de capital físico, la formación de nuestros trabajadores y, sobre todo, la ausencia de tecnología, hace que para hacer lo mismo un trabajador alemán dedique 350 horas menos al año que un español.

2 comentarios:

  1. Cristian González24 de enero de 2012, 16:54

    Es un poco vergonzoso que en el siglo XXI sigan empresas usando maquinaria de los años 60/70.

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