Leía
ayer en El País un artículo: “Trabajadores
de usar y tirar”. En él se ponía de manifiesto como cada vez es más
frecuente, en nuestro país, encontrar trabajadores que son explotados
laboralmente, pero que no quieren denunciar su situación por miedo a perder
sus precarios empleos.
He
seleccionado algunas de las situaciones descritas:
Niñera en La Moraleja por 400 euros
J.
es dominicana y lleva 24 años en España. Vive en una casa sin luz ni gas por
falta de pago. Gracias al apoyo de la Plataforma de Afectados por la
Hipoteca, consiguió
paralizar su desahucio el pasado mes de octubre. Poco antes de navidades, un
día, al salir de la iglesia, una mujer le dijo que sabía de una oferta de
trabajo y le facilitó un número de teléfono. La empleadora era una habitante de
la exclusiva urbanización de La
Moraleja , a las afueras de Madrid.
J.
llamó. La oferta consistía en cuidar a un niño de siete años, desde las 15.00 a las 00.30 (el
último autobús de La Moraleja
al centro de Madrid, cuenta J., sale a las 23.30), seis días a la semana. La
empleadora le ofrecía librar un día por semana; pero aleatoriamente; no un día
fijo, cada semana, uno distinto. La retribución: 400 euros al mes. “Esa mujer
se estaba aprovechando de la situación de desesperación en que nos encontramos
muchas personas extranjeras sin papeles”, cuenta J. bajo la carpa instalada
frente a las oficinas centrales de Bankia en Madrid. “Si vive en La Moraleja , es porque gana
bien”.
Tal
es la necesidad de ingresos de J. que, a pesar de aceptar que el trabajo le
suponía no poder cuidar por las tardes a su hija de 13 años, le dijo que le
parecía muy poco dinero y que debería pagarle al menos 500 euros. “La mujer,
enfadada, me colgó”.
Las 14 horas del cocinero
Jesús
Portillo lleva 30 años trabajando en la hostelería, desde los 16. Le han hecho
perrerías de todos los colores. De entre las recientes, la más sangrante que
recuerda fue la oferta que le hicieron en la franquicia de una conocida cadena
de bares de tapas. El dueño estaba a punto de abrir un nuevo establecimiento de
esta franquicia y necesitaba cocinero. Portillo se presentó a la entrevista de
trabajo. Le ofrecían 600 euros al mes por una jornada de entre 12 y 14 horas.
Le harían un contrato de media jornada, cuatro horas al día. Más adelante, si
la cosa iba bien, renegociarían condiciones, le dijeron.
Para
incorporarse a la cadena tenía que seguir un cursillo en uno de los
establecimientos de la cadena sito en Cornellà de Llobregat. Allí vivió uno de
los procesos de selección más abusivos que recuerda.
“El curso
era, básicamente, trabajar gratis tres días en el establecimiento”, recuerda.
Quince personas se presentaron al presunto curso de formación. La jefa no
paraba de chillar a los candidatos que empezaban a empanar y freír tapas. Cinco
candidatos se fueron a la media hora, hartos de recibir gritos. A la hora
empezaron a llegar clientes. “Más deprisa, más deprisa”, apremiaba la capataz.
Tres chicas con poca experiencia abandonaron, hartas de recibir insultos. Para
cuando el bar estaba lleno, de los 15 ya solo quedaban cuatro. De ellos, tres,
entre los que se encontraba Jesús Portillo, abandonaron antes de acabar el día.
“Pero esta vez fuimos nosotros los que insultamos a la dueña”.
Al
día siguiente, el propietario de la nueva franquicia se disculpó ante Portillo
y le dijo que las cosas no funcionarían así en su local. El primer día trabajó
14 horas. Al final de la jornada, el propietario le pagó 20 euros, la parte proporcional
correspondiente a su contrato de 600 euros: 20 euros por 14 horas de trabajo.
Por
jornadas como las que le proponían, dice, se deberían pagar entre 1.200 y 1.300
euros; no 600. “Eso no es explotación, eso se llama esclavismo”, manifiesta,
indignado, por teléfono.
Jesús
Portillo lleva siete meses sin cobrar un euro y dos años en paro. Su mujer, que
trabajaba en un ambulatorio, también está desempleada. La semana pasada le
ofrecieron un trabajo en el que le pagaban 1.300 euros al mes, sí; pero por 18
horas de trabajo; de siete de la mañana a una de la madrugada; seis días a la
semana, de lunes a sábado. Conoce a un chico ecuatoriano de su barrio, Nou
Barris (Barcelona), que acepta cobrar 300 euros al mes por trabajar como
camarero la jornada laboral entera. “Esta es la realidad laboral que vivimos:
explotación, humillación, mafia, extorsión”.
El guardia de seguridad que no ha cobrado en seis meses
Manuel
Chicharro tiene 50 años y ya no aguanta más. Es guarda de seguridad desde 1988
y ha visto de todo: compañeros en empresas de seguridad que recibían cuatro
euros por hora; gente trabajando sin contrato... En el puesto que ocupó hace
unos años en un conocido museo de Madrid, recuerda, se tenía que llevar a su
hijo durante su turno porque no le permitían librar el fin de semana (algo a lo
que tenía derecho por ley; está separado). Pero nada comparado con quedarse sin
cobrar durante seis meses consecutivos.
Manuel
está hundido. Va camino de siete meses sin ingresar un euro, sin poder pasar la
pensión de 400 euros a su exmujer, siete meses viviendo de lo que ingresa su
compañera. “El drama es que no hay cobertura para el obrero”, dice cerca de una
oficina del INEM en Alcorcón, a las afueras de Madrid. “Y las instituciones
colaboran en este proceso que no hace otra cosa que hundir a las personas”. Su
caso es extremo, refleja la indefensión de un trabajador cuando su empresa
quiebra. Refleja esa era del trabajador de usar y tirar.
Manuel Chicharro trabajaba como guarda en el
Centro de Formación Primero de Mayo de Leganés. El 1 de enero de 2012, hace
ahora algo más de un año, la empresa para la que llevaba trabajando 12 años
(Ariete) le subrogó (como ocurre muy a menudo en el sector de seguridad,
explica). Pasó a estar en nómina de otra empresa, ESABE,
cuya cúpula directiva fue detenida el pasado 20 de diciembre, acusada, entre
otros delitos, de un fraude de 30 millones de euros a la Seguridad Social.
Numerosos
empleados de ESABE vivieron una auténtica pesadilla los últimos seis meses de
2012: “Imagina lo que es no cobrar, mes a mes, durante cinco meses, pero tener
que ir a trabajar cada día porque si no te despiden”. Manuel aguantaba,
esperando a ser nuevamente subrogado a otra empresa.
Pero
no fue así, a diferencia de lo que ocurrió con el resto de sus compañeros, que
fueron integrados en Prosegur. A pesar de tener 12 años de antigüedad en la
anterior empresa, necesitaba haber trabajado siete meses en ESABE para poder
ser subrogado de nuevo, explica. Le faltaban 25 días para llegar a esos siete
meses. Ahora, ni cobra lo que le deben ni trabaja, ni tiene opción. Por ahora,
a cobrar el paro.
“Las
Administraciones públicas recurren a empresas que les salen baratas, pero lo
barato sale caro”, dice, indignado. Cita su caso, y el de Madrid Arena. “Ya no
se contrata a profesionales de la seguridad, se va a lo barato y luego pasa lo
que pasa”. Dice que en las Administraciones públicas contratan a empresas de seguridad
para que hagan el trabajo que los policías municipales o los fijos de plantilla
no quieren hacer: “Nos tienen de porteros, de conserjes, y todo para que la
gente, que muchas veces nos pide que fichemos por ellos, pueda escaquearse de
sus puestos”.
Pagar por un proceso de selección
El
caso de R., mujer de 34 años, no es de explotación laboral. Más bien, ilustra
de lo que son capaces algunos a la hora de aprovecharse de la necesidad de
tener un trabajo.
El
año pasado, en mayo, vio una oferta en la página de la web Infojobs. Se
inscribió. La empresa pedía que entregara el currículo en mano en unas
oficinas. Para allá que se fue.
Al
llegar a las dependencias de la empresa, situadas en un polígono entre Aldaia y
Torrent (Valencia), vio que a la entrada no había ningún cartel. “Me pareció
raro”. Entró en la nave y vio a seis chicas esperando. De un pequeño despacho
salió una mujer que le entregó un formulario. En él se señalaba la fecha de
inicio del proceso de selección: el 25 de junio. Para poder participar había
que abonar 50 euros. “¡Pagar por un proceso de selección! Salí muy enfadada,
era una tomadura de pelo”.
Como R. no es de quedarse de brazos cruzados,
habló con la policía, con organizaciones de consumidores, con la Consejería de Empleo de
la Generalitat
valenciana, y con Infojobs, que no tardó en retirar el anuncio. “No hubo
proceso de selección el 25 de junio”, concluye.
En julio recibió una carta de
la empresa: le comunicaban que había sido descartada en el proceso de selección.
Fuentes:
- Elola Joseba. Trabajadores de usar y tirar. Diario “El País” 13 de enero de 2013
- La voz laboral: nuevo formato de entrevistas. Vaya semanita. EITB
Cuando el banco te quita tu casa y encima te deja la deuda de por vida, eso sí que lo controlan mas bien que nadie, pero estas empresas basura ¿quién las controla?
ResponderEliminarYa no hablamos de abuso, hablamos de esclavizar como bien dice el articulo.
La crisis está poniendo en bandeja la explotación laboral en este país. Los empresarios se están aprovechando del miedo de la gente perder la vivienda por no pagar la hipoteca, a perder el trabajo o la desesperación de muchas personas, que se han visto obligadas a aceptar estos trabajos precarios porque están desesperados ya que llevan mucho tiempo desempleados y no encuentran nada.
ResponderEliminarEl problema es que no se prevé un buen futuro, de la página de "en lucha.org" he sacado esto:
Entre 2008 y 2011, un total 116.716 familias han sido expulsadas de sus hogares. Cerca de un 38% de los contribuyentes del Impuesto de la Renta son mileuristas y un 20% más de declarantes cobran menos de 1.500 euros al mes.
Como he dicho anteriormente, con estos datos no se prevé que esta situación vaya a cambiar en el futuro. Y lo peor es la imagen que estamos dando ya que la mayor explotación laboral la están recibiendo los inmigrantes que intentan buscar un futuro mejor en España.
Plataformas como la de "SOS Racismo" (http://www.sosracismo.org/) están cansadas de denunciar estos tratos, sobre todo, como hemos visto en la entrada del blog, en empleadas de hogar extranjeras.
No me quiero extender mucho ni "vociferar" en tu blog, te respeto mucho como para eso. Sabes como pienso y lo cierto es que o acabamos con estos miserables, élites extractivas que nos roban la libertad, el dinero y la vida, o ellos acabaran con nosotros. Y me importa tres carajos que me acusen de incitar a la violencia. Estos ejemplos son violencia. Yo propongo empezar una marcha de millones de indignados de toda España hacia Madrid y quedarse allí hasta que se solucione esta situación. Quizá la "economía del bien común" sea la alternativa que necesitamos.
ResponderEliminar¡Qué veraz parodia que se marcan estos vascos! pues la situación que estamos viviendo raya el drama de un país subdesarrollado cuando no lo sobrepasa.Yo llevo un lustro sin un contrato, y dentro del mismo he trabajado de un montón de cosas: camarero, jardinero, pintor, montador de casas de madera e incluso un breve periodo en las filas del ejército que culminó con una fuerte lesión de espalda fruto de una mala vida y en todos los sitios por donde he pasado como trabajador, ha habido un denominador común que no es otro que la mala fe del jefe, la sempiterna intención de maximizar la plusvalía y minimizar la retribución y a doquiera que te lleven las corrientes de la precariedad siempre oirás "O LO TOMAS O LO DEJAS". Pues bien querido mundo empresarial LO DEJO hay vida más allá de la esclavitud moderna así que a la mala persona residente en la Moraleja, al malparido propietario de la franquizia que atormentaba al cocinero y al corazón negro que omite el pago al vigilante, han de marchar a zurrir mierdas con un matamoscas. Ante la extorsión brazos cruzados y no tengais miedo que en España de momento vuestros hijos no morirán de hambre.La ley del embudo tiene los días contados, huele a guerra de indignados.
ResponderEliminarestas situaciones son normales, como no se quien dijo, que hacer una empresa es para sacar todo lo que se pueda y mas,
ResponderEliminarestas situaciones se dan mucho en casi todos los sectores.
la cosa es para comer y los jefes solo se preocupan de racanear a todo el que pueda, Por ello se quebrantan los principios basicos de relacion laboral, y los empleados lo saben, pero en estos dias de crisis es de tal forma, es decir yo trabajo y tu ya me lo daras, pero cuando viene esta remuneracion. Otra cosa es las relaciones entre jefes o personas de autoridad en la empresa, y empleados, ya que normalmente se les exije trabaja mucho y cobra poco, y por ello salen insultos, calumnias y perjuicios, y hay muchos que no toleran esto.
SIGO diciendo que estas situaciones de precariedad son normales en estos tiempos de crisis, podrian presentar noticias como estas, de otros años que no habia ninguna situacion de crisis para poder contrastar esta conclusion
''No esperaba verme un video de VAYA SEMANITA jaja, la verdad me ha parecido muy interesante porque refleja claramente los ideales que tienen las empresas a la hora de contratar a un trabajador, que hace más y por menos? ya no es suficiente, en pocos años tendremos que pagar hasta por trabajar por el simple hecho de poder disfrutar de una seguridad social y una jubilación (que ya veremos si la podremos empezar a disfrutar a este paso el que llegue a los 90 años no creeis?
ResponderEliminarLo que me ha parecido más chocante y eso si que no me lo esperaba era el caso de pagar 50€ por un proceso de selección? ENSERIO?
bueno bueno yo me he quedado sin palabras, hasta que parte llega una empresa a tener la cara dura de hacer eso, espero que le callese una buena condena por esa barbaridad...
y en cuanto al guardia espero que tenga suerte pero visto como van algunas empresas...Hijo ya puedes rezar porque creo que te va a costar lo suyo conseguir ese dinero..
Mira por donde voy a contar el caso aqui en Orihuela, 3 amigos se metieron a una obra que se encuentra desde hace meses paralizada; Resulta que solamente esta edificado, es decir sin ningun tipo de instalación alguna...Los vecinos se dieron cuenta, y llamaron al dueño.
Sabeis que sucedio? La policía llego al lugar, los acusó de asalto con violencia (supuestamente rompieron un candado INEXISTENTE con CIZALLAS que NO EXISTIAN por ningún lugar)
bueno pues estos amigos mios se pasaron una noche en el calabozo, creo que aprendieron que las bromas se pagan caras..pero aún no haciendo nada sabeis que pasó?
El dueño de la obra, los acusa de robar cobre creo que era, cuando no existe ningun tipo de instalación con cobre, y ahora se enfrentan a un juicio en el que le exige el dueño un pago de 6.000€
que pasa? hablamos de la situación de que en la desesperación los valores humanos y lo moral, es lo que menos importa en ese momento..QUE CARA MÁS DURA!
Imagínate
ResponderEliminarImagina que no existe el Cielo
es fácil si lo intentas
sin el Infierno debajo nuestro
arriba nuestro, solo el cielo
Imagina a toda la gente
viviendo el hoy...
Imagina que no hay países
no es difícil de hacer
nadie por quien matar o morir
ni tampoco religión
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno
Imagina que no hay posesiones
quisiera saber si puedes
sin necesidad de gula o hambre
una hermandad de hombres
imagínate a toda la gente
compartiendo el mundo
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno